El equilibrio entre las raíces y el futuro define el carácter de Bodegas Muriel. Una personalidad que sabe conectar el origen y la historia con el sentir del momento, produciendo vinos que trasmiten la personalidad y character historico de la region con un estilo que apela al consumidor actual, ofreciendo año con años vinos de Rioja de incomparable relacion precio/calidad.
En las afueras de Elciego, junto al río Mayor, justo al principio de la carretera que conduce a Laguardia, se levanta un extenso complejo bodeguero construido con la piedra de sillería típica de la zona. Con 22.000 metros cuadrados de superficie, Bodegas Muriel es uno de los símbolos vinícolas de la localidad.
La primera bodega fue fundada por José Murúa Villaverde en 1926, una fecha importante por otra razón: fue cuando se decretó la creación del Consejo Regulador para delimitar la zona de producción del vino de Rioja y controlar su calidad. En 1986, Julián Murúa decide retomar el trabajo iniciado por su padre y recupera la actividad bodeguera con Muriel, nombre que combina el apellido Murúa con el lugar de origen, Elciego. Da comienzo así la segunda etapa de un proyecto ilusionante. Hoy Bodegas Muriel es una empresa consolidada que mira al futuro desde la solidez de la experiencia.
El equilibrio entre las raíces y el futuro define el carácter de Bodegas Muriel. Una personalidad que sabe conectar el origen y la historia con el sentir del momento, produciendo vinos que trasmiten la personalidad y character historico de la region con un estilo que apela al consumidor actual, ofreciendo año con años vinos de Rioja de incomparable relacion precio/calidad.
“Muriel es la marca que apela a lo cotidiano, al vino como producto fiel y amable, que sabe acompañar nuestra vida; por eso los vinos de Muriel, con sus diferencias de tipo y de envejecimiento, están ideados para beber en buena compañía, con mucho gusto, con toda la confianza. Con plenitud y satisfacción.”
Julian Murúa.
